El hijo mayor de Nasrudín buscaba esposa.
- ¿Qué cualidades buscas?- preguntó Nasrudín al joven.
- Inteligencia más que belleza -replicó el joven.
- Si es así -dijo el mulá-, tengo una manera excelente para encontrar la novia perfecta.
Dijo al joven que le siguiera y fuero a la ciudad. Cuando llegaron a la plaza principal, Nasrudín empezó a abofetear a su hijo y a gritar:
- ¿Cómo te atreves a hacer exactamente lo que te digo? ¡Éste es el castigo para el que obedece!
- ¡Déjale!- le recriminó una joven-. ¿Cómo puedes pegarle por ser un hijo modelo?
- Sin duda ésta es la mujer para mí, padre- dijo el hijo de Nasrudín.
- Mejor tener dónde elegir- contestó el mulá, y le propuso ir a la ciudad vecina. Allí representó exactamente la misma escena, pero esta vez una joven empezó a vitorearle.
- ¡Muy bien hecho! ¡Pégale! Sólo un loco obedece ciegamente.
- Hijo -dijo Nasrudín con una sonrisa-. creo que te hemos encontrado una novia inteligente.
Idries Shah: El mundo de Nasrudín
2 comentarios:
jajaja me ha encantao el cuentecito (aunque habrá que preguntarle a la vitoreadora si a ella le ha gustao el niño obediente jeje). Y también me ha gustao la nueva imagen del blog ^___^
1besito moza!!
Muchas gracias! Renovarse o morir!! En cuanto al cuentecillo, he decidido, para esta nueva etapa, incorporar cuentos sufíes para ayudar un poco a la reflexión...
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