¿Qué es una infidelidad? ¿en qué circustancias o relaciones puede hablarse de infidelidad? ¿Es necesario un acuerdo expresado sobre la exclusividad en la relación o es algo que se presupone con la intimidad de dos personas que inician una relación?
No es que quiera ponerme en plan Carry Bradshaw, a pesar de que esto empieza a parecerse peligrosamente a una columna de Sexo en Nueva York, pero es una cuestión en la que últimamente he estado pensando.
Una relación comienza con un nivel de intimidad menor, y por supuesto con un nivel de compromiso bajo; aspectos, ambos, que se irán incrementando a medida que progrese la relación. Pero, cuando estamos en este momento, ¿somos libres de hacer cualquier cosa? Si aún no existe el acuerdo explícito de una exclusividad, ¿podemos estar con cuantas más personas queramos?
Creo que, a pesar de la dificultad que entraña este asunto y, por supuesto, asumiendo que existen múltiples factores que determinan una infinidad de situaciones diferentes, se puede llegar a generalizar en un aspecto: la sinceridad. Si no tenemos ningún compromiso con alguien, no podemos ser infieles, puesto que no hay aspecto alguno que estemos traicionando...pero ¿lo hacemos a escondidas? ¿Querríamos saber si la persona con la que estamos iniciando algo, está “iniciando” con alguien más?
Creo que el punto más grave de la infidelidad, es la mentira. La infidelidad es en definitiva una traición a la intimidad y al compromiso que hacen dos personas, sea de la clase que sea el compromiso y sea del grado que éste sea.
Los swingers es el nombre con el que se conoce a las personas que mantienen una forma de vida y una visión de la relación de pareja consistente en tener relaciones con más gente, en lugar de la tradicional relación de uno a uno. Es por eso que los swingers no consideran infidelidad que su pareja tenga relaciones sexuales con otra persona, siempre y cuando su pareja esté presente o notificada al respecto. En ese caso no hay traición ya que se hace con previo consentimiento de ambas partes, con lo que el pacto es diferente.
La confianza rota es muy difícil de arreglar. Vivimos en una sociedad inmediatista, donde se tiende a primar los placeres momentáneos sobre los compromisos adquiridos. Vivimos en una sociedad con doble discurso ya que por un lado la infidelidad no está aceptada abiertamente y es reprochable a nivel social, pero por otro lado se cubren y ayudan a tapar distintas infidelidades en los amigos o en uno mismo. Es un tema a reflexionar.
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