Todo parece surgir en la antigüedad. En Roma, se realizaban fiestas –a mediados de diciembre- en honor a Saturno (Cronos para los griegos), al final de las cuales los niños recibían obsequios de todos los mayores. En otra época posterior, cuando el mito de Papá Noel aun no se había corporizado, los niños italianos recibían regalos de un "hada" llamada Befana. Mientras que los pueblos de algunos valles vascos y navarros, los regalos los traía el carbonero Olentzero y también duendes de barba blanca, botas altas y gorro de armiño. Con el tiempo y con los prodigios conocidos de San Nicolás de Bari (obispo de Mira, actual Turquía), éste fue remplazando a algunos de estos personajes paganos.
Su aspecto distaba bastante del que hoy se le atribuye. Se lo representaba como un hombre de complexión delgada y gran estatura que vestía como un sacerdote. El hecho de que se lo represente con tres bolsas doradas se debe a que, según cuenta la leyenda, un empobrecido hombre padre de tres hijas, no podía casarlas por no tener la dote necesaria, al carecer las muchachas de la dote necesario. Enterado de esto, Nicolás les entregó, al obtener la edad de casarse, una bolsa llena de monedas de oro a cada una de ellas. Se cuenta que todo esto fue hecho en secreto por el sacerdote entraba por una ventana y ponía la bolsa de oro dentro de los calcetines de las niñas, que colgaban sobre la chimenea para secarlos.
¿Cómo se transforma en Santa Claus?
Se cree que esto sucedió alrededor del año 1624. Cuando los inmigrantes holandeses fundaron la ciudad de Nueva Amsterdam, más tarde llamada Nueva York, obviamente llevaron con ellos sus costumbres y mitos, entre ellos el de Sinterklaas, su patrono (cuya festividad se celebra en Holanda entre el 5 y el 6 de diciembre).
En 1809 el escritor Washington Irving, escribió una sátira, Historia de Nueva York, en la que deformó al santo holandés, Sinterklaas, en la burda pronunciación angloparlante Santa Claus. Más tarde el poeta Clement Clarke Moore, en 1823, publicó un poema donde dio cuerpo al actual mito de Santa Claus, basándose en el personaje de Irving.
Posteriormente, hacia 1863, adquirió la fisonomía de gordo barbudo bonachón con la que más se le conoce. Esto fue gracias al dibujante sueco Thomas Nast, quien pergeñó este personaje para sus tiras navideñas en Harper's Weekly. Allí adquirió su vestimenta roee que su creador se basó en las vestimentas europeas de su época para crear este San Nicolás tan pagano, que nada tiene que ver con San Nicolás de Mira.
A mediados del siglo XIX, el Santa Claus estadounidense pasó a Inglaterra y de allí a Francia, donde se fundió con Bonhomme Noël, el origen de nuestro Papá Noel, quien tenía parecido físico con Santa Claus, pero vestía de blanco con vivos dorados.
Ya en el siglo XX, la empresa Coca-Cola encargó al pintor Habdon Sundblom que remodelara la figura de Santa Claus/Papá Noel para hacerlo más humano y creíble. Esta versión data de 1931.
Es correcta la creencia de que el color rojo y blanco fué impuesto por la marca Coca-Cola, ya que hasta entonces, el estereotipo de Papá Noel no tenía unos cánones estéticos establecidos, se representaba aleatoriamente, delgado, moreno, con ropas verdes, marrones o rojas, y fué en la genial campaña de 1931 con las ilustraciones del sueco Habdon Sundblom donde se adjudicaba el rojo y blanco, nada gratuitamente, como colores oficiales del personaje navideño más popular y recreado. No es exagerado, por lo tanto, afirmar que todos los personajes de Papa Noel, que inundan nuestras ciudades durante las mismas fechas, son una gran referencia subliminal hacia la marca de refrescos.
Así el mito actual cuenta que Santa Claus viviría en el Polo Norte junto a la Señora Claus y una gran cantidad de duendes, llamados bendegums, que le ayudan en la fabricación de los juguetes y otros regalos que le piden los niños a través de cartas.
Para poder transportar los regalos, Santa Claus los guardaría en un saco mágico; y los repartiría a las 00:00h del día 25 de diciembre, en un trineo mágico volador, tirado por "renos navideños", liderados por Rodolfo (Rudolph); un reno que ilumina el camino con su nariz roja y brillante, siendo el último en agregarse a la historia.
Santa Claus podría entrar a los hogares de los niños, al transformarse en una especie de humo mágico; y así entrar por la chimenea u otro orificio de las casas; si estas no disponen de una.
En Holanda, Sinterklaas viene desde España.
Para saber que niños merecen regalos, Santa Claus dispondría de un telescopio capaz de ver a todos los niños del mundo; además de la ayuda de otros seres mágicos que vigilarían el comportamiento de los niños. Así, si un niño se ha comportado mal, se dice que quien lo vendría visitar sería el Carbonilla, y no Santa Claus; y como castigo Carbonilla le regalaría a los niños solo carbón.
Su aspecto distaba bastante del que hoy se le atribuye. Se lo representaba como un hombre de complexión delgada y gran estatura que vestía como un sacerdote. El hecho de que se lo represente con tres bolsas doradas se debe a que, según cuenta la leyenda, un empobrecido hombre padre de tres hijas, no podía casarlas por no tener la dote necesaria, al carecer las muchachas de la dote necesario. Enterado de esto, Nicolás les entregó, al obtener la edad de casarse, una bolsa llena de monedas de oro a cada una de ellas. Se cuenta que todo esto fue hecho en secreto por el sacerdote entraba por una ventana y ponía la bolsa de oro dentro de los calcetines de las niñas, que colgaban sobre la chimenea para secarlos.
¿Cómo se transforma en Santa Claus?
Se cree que esto sucedió alrededor del año 1624. Cuando los inmigrantes holandeses fundaron la ciudad de Nueva Amsterdam, más tarde llamada Nueva York, obviamente llevaron con ellos sus costumbres y mitos, entre ellos el de Sinterklaas, su patrono (cuya festividad se celebra en Holanda entre el 5 y el 6 de diciembre).
En 1809 el escritor Washington Irving, escribió una sátira, Historia de Nueva York, en la que deformó al santo holandés, Sinterklaas, en la burda pronunciación angloparlante Santa Claus. Más tarde el poeta Clement Clarke Moore, en 1823, publicó un poema donde dio cuerpo al actual mito de Santa Claus, basándose en el personaje de Irving.
Posteriormente, hacia 1863, adquirió la fisonomía de gordo barbudo bonachón con la que más se le conoce. Esto fue gracias al dibujante sueco Thomas Nast, quien pergeñó este personaje para sus tiras navideñas en Harper's Weekly. Allí adquirió su vestimenta roee que su creador se basó en las vestimentas europeas de su época para crear este San Nicolás tan pagano, que nada tiene que ver con San Nicolás de Mira.
A mediados del siglo XIX, el Santa Claus estadounidense pasó a Inglaterra y de allí a Francia, donde se fundió con Bonhomme Noël, el origen de nuestro Papá Noel, quien tenía parecido físico con Santa Claus, pero vestía de blanco con vivos dorados.
Ya en el siglo XX, la empresa Coca-Cola encargó al pintor Habdon Sundblom que remodelara la figura de Santa Claus/Papá Noel para hacerlo más humano y creíble. Esta versión data de 1931.
Es correcta la creencia de que el color rojo y blanco fué impuesto por la marca Coca-Cola, ya que hasta entonces, el estereotipo de Papá Noel no tenía unos cánones estéticos establecidos, se representaba aleatoriamente, delgado, moreno, con ropas verdes, marrones o rojas, y fué en la genial campaña de 1931 con las ilustraciones del sueco Habdon Sundblom donde se adjudicaba el rojo y blanco, nada gratuitamente, como colores oficiales del personaje navideño más popular y recreado. No es exagerado, por lo tanto, afirmar que todos los personajes de Papa Noel, que inundan nuestras ciudades durante las mismas fechas, son una gran referencia subliminal hacia la marca de refrescos.
Así el mito actual cuenta que Santa Claus viviría en el Polo Norte junto a la Señora Claus y una gran cantidad de duendes, llamados bendegums, que le ayudan en la fabricación de los juguetes y otros regalos que le piden los niños a través de cartas.
Para poder transportar los regalos, Santa Claus los guardaría en un saco mágico; y los repartiría a las 00:00h del día 25 de diciembre, en un trineo mágico volador, tirado por "renos navideños", liderados por Rodolfo (Rudolph); un reno que ilumina el camino con su nariz roja y brillante, siendo el último en agregarse a la historia.
Santa Claus podría entrar a los hogares de los niños, al transformarse en una especie de humo mágico; y así entrar por la chimenea u otro orificio de las casas; si estas no disponen de una.
En Holanda, Sinterklaas viene desde España.
Para saber que niños merecen regalos, Santa Claus dispondría de un telescopio capaz de ver a todos los niños del mundo; además de la ayuda de otros seres mágicos que vigilarían el comportamiento de los niños. Así, si un niño se ha comportado mal, se dice que quien lo vendría visitar sería el Carbonilla, y no Santa Claus; y como castigo Carbonilla le regalaría a los niños solo carbón.
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