La introspección o percepción interna tiene como fundamento la capacidad reflexiva que la mente posee de referirse o ser consciente de forma inmediata de sus propios estados.
Cuando esta capacidad reflexiva se ejerce en la forma del recuerdo sobre los estados mentales pasados, tenemos la llamada "introspección retrospectiva"; pero la introspección puede ser un conocimiento de las vivencias pasadas y también de las presentes, de las que se dan conjuntamente y en el presente del propio acto introspectivo.
El mentalismo clásico -tanto el de la filosofía moderna como el científico- ha utilizado la introspección como el método más adecuado para acceder al mundo psíquico.
El psicoanálisis, en la forma de introspección retrospectiva y la psicología experimental de Wundt, la introspección de las vivencias actuales.
La introspección ha sido sustituida en psicología por el conductismo metodológico básicamente como consecuencia de las siguientes críticas: la introspección no es un método público; presenta los resultados de los procesos psíquicos pero no dichos procesos; parece que la reflexión introduce elementos que desvirtúan la propia vivencia a describir...
En cuanto a la introspección utilizada en el ámbito clínico, es decir, con trastornos mentales, el propio concepto ha evolucionado mucho.
En las concepciones psicoanalíticas, la capacidad introspectiva era el requisito que debían poseer los pacientes, lo que convertía a la terapia en casi "elitista". La capacidad de autoobservación profunda y la expresión de los propios sentimientos y procesos internos a los niveles de "profundidad" que exigía no eran alcanzables para todo el mundo.
Hoy día, hasta la propia entrevista psicológica tiene un gran peso del concepto actual de introspección. Cuando nos preguntan cómo nos hace sentir algo...miramos dentro, pensamos sobre lo que pensamos y sobre lo que sentimos...eso es introspección.
Sobre si una persona tiene la capacidad de introspección cuando padece una psicopatología, la respuesta más acertada sería que depende.
En los casos de trastornos psicóticos, la ausencia de ésta constituye el propio síntoma. De esta forma, la capacidad de reconocer los procesos internos está alterada en la patología, haciendo imposible una introspección "real".
En otros trastornos, como fobias, trastornos de ansiedad, obsesiones (lo que antiguamente se denominaban "neurosis") es muy raro que el enfermo no tenga conciencia de su propia conciencia (es un poco lio, lo se) e incluso casi siempre tienen plena conciencia de su problema.
Incluso en trastornos como la manía es posible que el enfermo posea esta capacidad de reconocer sus procesos internos, si bien es cierto que les resulta más fácil acceder al plano emocional que al cognitivo...
No se si se ha entendido algo... :-)
1 comentario:
lo has explicado muy claro yo lo comprendo muy bien ya que llevo un tiempo realizando ejercicios de autoconocimiento interno para asi poder controlar y resolver mis problemas,sin esta capacidad el enfermo no podria avanzar de manera positiva es una gran ventaja para la curacion
Publicar un comentario