El fin de semana pasado estuve en Greenwich. Es un pueblecito de Londres conocido por ser el lugar por donde pasa el meridiano cero, pero además hay algunas otras cosas interesantes.
Greenwich está muy cerquita de Londres. Yo fui en DLR (unos 15-20 minutos), aunque ir en barco por el Támesis tiene que ser bastante espectacular. Greenwich se creó entre los ss. XVII y XVIII, aunque el s. XVI, con los Tudor fue culminante. Lo primero que te encuentras al llegar es un lugar con bastante encanto; con una calle principal de tiendas, restaurantes y tabernas que conservan la estética de alguna manera un aire victoriano. Calles amplias, con edificaciones bajas que enmarcan el Parque de Greenwich; un parque impresionante, de 80 hectáreas que alberga el Museo Naval, the Queen's House y en lo alto, el Observatorio Real.
El Observatorio Real (Royal Observatory)se construyó en 1675 por orden de Carlos II para estudiar la astronomía, fijar la longitud y así facilitar una navegación más precisa.
Del grupo de edificios que lo componen, el más antiguo es la Flamsteed House, construido por Wren (el mismo que la catedral de St Paul) y llamado así por ser la casa del primer astrónomo real: John Flamsteed.
¿Y qué es eso de un astrónomo real? Pues al parecer, Carlos II creó este cargo de director del observatorio, que debía dedicarse "con la diligencia y cuidado más exactos, a la rectificación de las tablas de los movimientos del cielo y los lugares de las estrellas fijas para encontrar la muy deseada longitud de los lugares, para perfeccionar el arte de la navegación " Al parecer, Flamsteed estudió las estrellas y trazó mapas de navegación de gran exactitud. Según Wikipedia: Halley, que sería su sucesor, publica el primer mapa preciso del cielo sin permiso de Flamsteed, que, enfurecido, quema cuantos ejemplares consigue encontrar. En 1725, de forma póstuma, la esposa de Flamsteed publicó el catálogo de estrellas de su marido, una obra que tabula la posición de 3.000 estrellas del hemisferio norte en tres volúmenes.
Flamsteed vivía en la planta baja y trabajaba en la sala octogonal del piso superior, hasta que murió en 1719.
Esta es una de las salas más bonitas del edificio, donde además, hay una réplica del telescopio con el que trabajaba. Acorde con el humor inglés (sobre eso de que es difícil de entender, digo) al mirar por el telescopio ves una imagen de Plutón. Y eso no es lo peor...creo que en algún momento debían poner una imágen de Pluto (el perro de Mickey Mouse).
En los demás edificios se puede ver una colección de relojes y cronómetros marinos de John Harrison, que resolvió el problema de la longitud (Cualquier marino que se precie podía calcular la latitud mediante la duración del día o la altitud del Sol, o bien según las estrellas circumpolares. Pero la longitud era otra cosa. Tenían que calcularla a partir de la cantidad de horas que les separaban de la hora de referencia de Greenwich, sin embargo los movimientos de un barco y los cambios en humedad y temperatura impedían que estos relojes mantuvieran su precisión en el mar). Harrison creó un reloj que funcionaban con la misma precisión en alta mar que en tierra. Varios de estos cronómetros están expuestos en el museo.
Muy didáctico, con explicaciones interactivas sobre la historia del observatorio, también acoge el que fuera uno de los telescopios más grandes del mundo.
El meridiano fue adoptado como referencia en una conferencia internacional celebrada en 1884 en Washington, auspiciada por el presidente de los EEUU, a la que asistieron delegados de 25 países. A partir de ese momento, todo el mundo adoptaría un único meridiano de referencia. El día universal comienza a medianoche (hora solar) en Greenwich, y tendrá una duración de 24 horas (véase línea internacional de cambio de fecha).
Esta es una de las salas más bonitas del edificio, donde además, hay una réplica del telescopio con el que trabajaba. Acorde con el humor inglés (sobre eso de que es difícil de entender, digo) al mirar por el telescopio ves una imagen de Plutón. Y eso no es lo peor...creo que en algún momento debían poner una imágen de Pluto (el perro de Mickey Mouse).
En los demás edificios se puede ver una colección de relojes y cronómetros marinos de John Harrison, que resolvió el problema de la longitud (Cualquier marino que se precie podía calcular la latitud mediante la duración del día o la altitud del Sol, o bien según las estrellas circumpolares. Pero la longitud era otra cosa. Tenían que calcularla a partir de la cantidad de horas que les separaban de la hora de referencia de Greenwich, sin embargo los movimientos de un barco y los cambios en humedad y temperatura impedían que estos relojes mantuvieran su precisión en el mar). Harrison creó un reloj que funcionaban con la misma precisión en alta mar que en tierra. Varios de estos cronómetros están expuestos en el museo.
Muy didáctico, con explicaciones interactivas sobre la historia del observatorio, también acoge el que fuera uno de los telescopios más grandes del mundo.
Y por supuesto, el gran reclamo: el meridiano cero o meridiano de Greenwich. Que resulta ser una línea en el suelo...pero que los ingleses han sabido explotar, cobrando la friolera de 10 libras por poder pasar a la zona. Aquí es de rigor hacerse la foto con un pie a cada lado del meridiano, para poder decir que se está al mismo tiempo, en la parte este y oeste del mundo.
La segunda resolución se aprobó con la oposición de Santo Domingo (actualmente República Dominicana) y la abstención de Francia (cuyos mapas siguieron utilizando el Meridiano de París durante algunas décadas más) y Brasil.
http://www.rmg.co.uk/royal-observatory/
http://www.rmg.co.uk/royal-observatory/
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