jueves, 14 de agosto de 2008

Los nombres más inverosímiles

Spaho Seferovic, un gitano bosnio que procrea euros y dólares

Spaho Seferovic, padre de familia numerosa establecido en la ciudad bosnia de Bosanska Gradiskaiska, se está ganando cierta notoriedad como representante de una moda muy extendida entre los gitanos de su país: la de buscar los nombres más inverosímiles para su descendencia.
Aunque este año causan furor nombres más normalitos como Cristiano y Esmeralda, en honor al futbolista portugués del Manchester, Ronaldo, y a la heroína de una popular telenovela mexicana, Spaho no se desvía de su objetivo y va camino de convertirse en un banquero internacional "sui generis".
"El mayor de mis hijos se llama Dólar", relató Spaho al semanario "Nezavisne novine". "Se lo puso su abuelo, que vive en Italia". "Mi Euro -continúa- nació cuando esa moneda llegaba a Bosnia. Por eso decidimos darle ese nombre a otro hijo". Y el número 14, que está en camino, se llamará Marka, si es niña, denominación en bosnio de la antigua moneda alemana (marco) y de la nacional bosnia (marco convertible).
Los hijos de Spaho, entre los que se cuenta también un Jackson, en honor a Michael, no parecen resentir los nombres elegidos por su progenitor. Por contra, Dólar se muestra muy orgulloso de su nombre que -asegura- le proporciona gran popularidad y envidia entre los amigos, muchos de los cuales les gustaría llamarse así.
Y es que un nombre exótico no llama la atención en este país, donde los registros civiles pueden presumir de contar con tarzanes, sandokanes, rockys y rambos entre sus apuntados. Incluso la realeza española puede ser motivo de inspiración. Según la encargada del registro de Banja Luka, Silvana Budimir, por primera ver este año ha sido inscrito un niño de nombre Juan Carlos. Sus padres no tienen nada que ver con España, según Budimir, pero optaron por ese nombre porque les suena "muy elegante.

Para los de los nombres castellanos, para los de los nombres bíblicos o para los hippies que quieren rayos de luna...¡si todavía nos creemos originales!