jueves, 28 de febrero de 2008

Psicólogo Interno Residente

No suelo hablar de cosas personales en este espacio. Expreso mi opinión y comparto a menudo mis reflexiones con vosotros, pero no suelo contaros mi vida.
Muchos de vosotros sabreis lo que he estudiado; otros lo intuireis por el contenido de muchas de mis entradas. Soy licenciada en Psicología y me preparo el acceso a la formación sanitaria. Para ello tengo que obtener plaza PIR (similar a las MIR de los médicos).
Lamentablemente en poco se parecen, ya que salen muy pocas plazas. Este año ha sido, hasta la fecha, el año con mayor número de plazas: 107. Nos hemos presentado cerca de 2000 personas.

No es una oposición. No tienes un puesto de trabajo fijo para toda la vida; por lo que es absurdo compararlo con el ratio que existe en cualquier oposición. Es el acceso a la formación que es exigida por el Ministerio de Sanidad para poder ser Psicólogo Clínico (tanto hospitalario como privado).

Para exponer la situación, os adjunto una carta de protesta que los compañeros del foro han redactado y están enviando a medios de comunicación y partidos políticos. En ella se explican mucho mejor los motivos de la queja. Sé que puede parecer un tostón, pero haced un esfuerzo, que de una forma a otro nos afecta a todos, ya sea como profesionales, ya sea como usuarios.



La ley 44/2003 de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, que se tramitó en la legislatura pasada, excluye a las Psicología de las profesiones sanitarias y solo reconoce al psicólogo especialista en Psicología clínica como profesional sanitario. Con esta ley, el Gobierno pretende que sólo los que realicen el PIR (Psicólogo Interno Residente) y con ello, obtengan el título de especialista en psicología clínica, sean los reconocidos para realizar actividades sanitarias de evaluación, diagnóstico y tratamiento psicológico. Y, para ello, sólo ofertan 100 plazas PIR para toda España. En consecuencia, la mayoría de los psicólogos se encuentra en una situación de incertidumbre, ya que tras obtener la licenciatura en Psicología se encuentran con que no pueden ejercer su profesión debido a la ley anteriormente citada y al ínfimo número de plazas ofertadas para la sanidad pública. Del total de solicitantes, 1.953 psicólogos optaron a una de las 107 plazas de Psicólogo Interno Residente (PIR), lo que supone una ratio de 18,25 candidatos por plaza convocada. El contraste más evidente nos lo encontramos con la ratio de los médicos que, para esta última convocatoria, se ha ubicado a razón de 1,63 solicitantes por cada plaza ofertada.
El Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos (CGCOP) viene denunciando que ese escaso número de plazas PIR es absolutamente insuficiente, teniendo en cuenta que sociedades médicas de Atención Primaria estiman que hasta un 66% de las consultas de Atención Primaria tienen un componente principalmente psicológico. En esta misma dirección, el estudio realizado recientemente por el Consell Assessor de Salut Mental i Addiccions de la Conselleria de Salut de la Generalitat de Catalunya, revelaba que al menos un 30% de los pacientes atendidos en los centros de Atención Primaria catalanes padecen algún problema de salud mental. En la pasada campaña electoral, el PSOE difundió una nota de prensa en la que prometía que, en caso de llegar al Gobierno, reconocería legalmente que la licenciatura en Psicología es una profesión sanitaria. Sin embargo, no ha cumplido esa promesa electoral e incluso, ha votado en contra de dos iniciativas parlamentarias propuestas por el PP para reclamar que se adopten medidas para reconocer que la licenciatura en Psicología es una profesión sanitaria.

El 31 de Mayo de 2004, la ministra de Sanidad, Elena Salgado, compareció ante las comisiones de sanidad y consumo del Congreso y el Senado y comentó: "En cuanto a la Ley de Ordenación de Profesiones Sanitarias entiendo que se refiere usted al problema de los psicólogos clínicos. Por parte del Ministerio se han establecido conversaciones. Está bastante avanzada la posibilidad de que el número de profesionales con la titulación de psicólogo que puedan acceder a esta especialización de psicólogos clínicos se incremente extraordinariamente con respecto a lo que estaba previsto. Por tanto, entiendo que vamos a encontrar vías de solución a ese problema que usted plantea.".
No sólo no se ha producido un aumento considerable en el número de plazas, sino que además, a la hora de intentar arreglar el problema, pretenden enviar a los pacientes a la sanidad privada, dejando sin posibilidad de tratamiento a los miles de personas que no disponen de recursos para acudir a ésta. Incluso, muchos hospitales públicos solo cuentan con un titulado en Psicología clínica y ningún residente PIR, por lo que si un ciudadano requiere su atención, la lista de espera suele superar los 6 meses debido al escaso personal para atenderles. Por lo tanto, trastornos tan importantes, y en continuo aumento en nuestra sociedad, como la anorexia, la depresión, la ansiedad o la esquizofrenia han quedado en un segundo plano dentro de la sanidad pública y consecuentemente, no tienen el tratamiento completo si no es pagado del propio bolsillo en las consultas privadas. Ante esta situación, es necesario y urgente un aumento de plazas de psicólogos clínicos en la sanidad publica y que, además, aumenten las plazas de formación PIR para cubrir correctamente las necesidades de asistencia psicológica en la sanidad publica...

domingo, 24 de febrero de 2008

And the oscar goes to...

Una cabecera bastante trillada, lo se, pero a estas horas de la noche, una no está inspirada...
He de reconocer que nunca he sido una forofa de la Academia, nunca he hecho las míticas quinielas y me confieso de no haberme interesado más por las películas ganadoras tras la famosa gala.
Habitualmente lo que más llama mi atención de esta gala es algo mucho más frívolo y superficial; eso de lo que los pseudointelectuales que presumen de cinéfilos nos echan en cara al pueblo llano que solo pretendemos ver el último modelito de Nicole kidman: la mítica alfombra roja.

Más allá de eso, sí reconozco que las tradiciones, cuasi-leyendas y anécdotas de la gala de la Academia me suscitan una gran curiosidad. Y quería compartirlas con vosotros, con el populacho que se conforma con pensar en cómo luciría con vestido de gala, con escote por delante y por detrás y un recogido de pelo espectacular.

La figura del Óscar representa a un caballero armado con una espada que aguarda de pie sobre un rollo de película con cinco radios. Cada radio simboliza una de las cinco ramas originales de la Academia: actores, guionistas, directores, productores y técnicos.

Fue diseñada por Cedric Gibbons en 1928, director artístico de Metro Goldwyn Meyer, aunque fue el artista George Stanley quien la esculpió.

Mide poco más de 34 centímetros y pesa unos cuatro kilos.

Siempre ha mantenido el mismo diseño, aunque ha sufrido algún cambio a lo largo de su historia. De entrada, el material con el que se fabrica: en sus orígenes, la estatuilla era de bronce macizo bañado en oro, pero poco después pasó a elaborarse en una aleación que permitía darle un acabado pulido

Entre 1942 y 1944, los Oscar se fabricaron excepcionalmente en yeso: eran tiempos de guerra...

En un principio, el premio no tenía nombre, y tanto la prensa como la gente de la industria se refería a ella como "la estatuilla de la Academia", "el trofeo dorado" o "la estatuilla al mérito". Dicen que fue Margaret Herrick, bibliotecaria de la Academia y más tarde directora ejecutiva, quien "bautizó" a la figura como Oscar. Al parecer, Herrick comentó que el caballero de la espada le recordaba a su tío Oscar, y desde entonces la Academia empezó a referirse a ella de esa manera. El nombre se hizo popular en 1934, cuando Sidney Skolsky lo usó en su columna periodística para hablar del premio a la mejor actriz para Katharine Hepburn. Aunque la Academia no lo empleó de forma oficial hasta 1939.

El ventrílocuo Edgar Bergen fue uno de los pocos galardonados que recibió un Oscar de diseño especial. Fue en 1938, cuando se le concedió un premio honorífico por su creación del muñeco cómico Charlie McCarthy. La figura era de madera y tenía una boca que se movía.

También a Walt Disney le dieron un Oscar especial: una estatuilla de tamaño real y siete miniaturas...

El resultado de las votaciones no siempre ha sido secreto. Al principio, los ganadores se daban a conocer previamente para que la prensa pudiera incluirlos esa misma noche en su última edición. En 1940, un periódico se adelantó y los anunció por la tarde, con lo que los invitados conocieron los resultados antes del banquete. Entonces se pasó al voto secreto.

Antes los presentadores pronunciaban el famoso "The winner is..." cuando abrían el sobre con el nombre del ganador. Pero desde 1988 se utiliza la frase "The Oscar goes to...".

1932-33: cuando Will Rogers anunció al ganador dijo: "Mi buen amigo Frank ". En ese momento Frank Capra, uno de los nominados, se levantó para recoger el premio, sin embargo, el ganador real era Frank Lloyd. Capra se enfadó notablemente.

Las únicas películas que han ganado los cinco Oscars más importantes (mejor película, mejor actor, mejor actriz, mejor director y mejor guión) han sido"Sucedió Una Noche" (1934), "Alguien Voló Sobre El Nido Del Cuco" (1975) y "El Silencio De Los Corderos" (1991).

jueves, 21 de febrero de 2008

Las villanas Disney




Tras el éxito cosechado por la entrada de “La mujer...también en Disney”, quiero hablar esta vez de la otra cara de la moneda: de las brujas Disney.

Tal y como cambió el concepto de princesita desvalida que busca a un príncipe encantado (o en su defecto encantador) para pasar a una mujer con las ideas claras y que no necesita ni de la fuerza, ni del intelecto (a veces presente, a veces bastante insignificante) de sus homólogos masculinos; Disney se pone al día poco a poco en lo que a malos se refiere.

Las temidas encarnaciones del demonio, muchas veces malvadas madrastras (humanas o mágicas), otras veces, simples brujas solteras y amargadas han dado a paso a villanos de todo tipo.
Un paso sustancial ha sido el permitir que, al igual que se empezó a apostar por las heroínas; los malos malísimos no tenían por qué ser féminas.

En muchas películas comienzan a aparecer villanos más indefinidos, como en Mary Poppins; empiezan a surgir enemigos con razones contundentes y más plausibles (como el dinero y/o el poder) como Jaffar en Aladín y siempre sin necesidad de que sea la madre mala que mantiene una relación edípica con su hija/hijastra.

Y es que, analizándolo detenidamente, encontramos cierto paralelismo entre princesa y bruja.

Blacanieves-La Reina Grimhilde
Cenicienta – Lady Tremaine
Aura (Bella Durmiente) – Maléfica
Ariel (La Sirenita) – Úrsula (La bruja del mar)

Las clásicas princesas Disney tenían su antítesis en sus respectivas malvadas. Sería curioso analizar las semejanzas y las diferencias entre cada uno de los pares que forman. En un primer vistazo, podríamos pensar que representan los polos de una misma cualidad (bueno – malo); pero haciendo una lectura más detenida podemos ver cómo se parecen más de lo esperado en un primer momento.
Se podría decir que representan más a los distintos aspectos de una misma persona, que a dos personas diferentes.

Cenicienta y Lady Tremaine son familia de alguna forma y establecen entre ellas una pugna por mantener el poder la una sobre la otra (cada una con una estrategia diferente, pero a fin de cuentas, con sendas estrategias para un mismo fin).
Blancanieves y La Reina guardan el mismo parentesco que el par anterior, pero esta vez se parecen en algo más: ambas son bellas. Lo que las diferencia es el sentimiento que surge en cada una al comprobar la existencia de otro ser igualmente bello. Blancanieves representa la humildad y acepta sin problema alguno la presencia de su “competidora”. Su antítesis representa la envidia más absoluta y llevada a su máxima expresión.
Tanto un extremo como el otro son improbables en una persona. Somos humanos y la envidia es parte de nosotros. La Reina es la expresión máxima de ésta, pero es igual de anecdótico encontrar al prototipo de Blancanieves.

Aurora congrega en su persona innumerables dones que las hadas tuvieron la generosidad de otorgarle en su nacimiento desafiando todas las reglas de la herencia genética.
Maléfica encarna la soberbia, la envidia y la ruptura total de cualquier norma impuesta por los “buenos”. Maléfica es poderosa, elegante y con su propio reino. Pero no necesita razones para ser cruel.
Es una parte oscura de nuestra psique, pero igualmente real y humana.

Las princesas Disney son un sueño, un estándar de perfección y felicidad concebida en un mundo de piruleta.
Las villanas Disney representan su contrario. Lo oscuro, lo cruel, lo pecaminoso (en su sentido más amplio en cuanto a la envidia y la soberbia) están concentrado en estas brujas solas y reprimidas que parecen luchar contracorriente y que no aprenden a pesar de que nunca ganan...
Sin embargo, lo representado por las villanas Disney es tan importante para completar nuestra visión de nosotros mismos con personas como su personaje lo es para la propia esencia de la historia.
Lo bueno no existiría sin lo malo en la misma medida en que un héroe no existiría como tal sin su respectivo villano.


Emblema de medicina


Antes de comenzar con el tema, haremos una distinción entre el Caduceo de Mercurio y Bastón de Esculapio, el primero usa dos serpintes y el segundo solo una. Pero en ambos casos se utiliza la serpiente.

Por mucho tiempo se pensó que el origen del símbolo de la Medicina estaba en la Mitología griega como atributo del dios Hermes o Mercurio, pero más recientemente se ha conocido que los arqueólogos han encontrado símbolos semejantes en civilizaciones más antiguas como la asiria (de piedra tallada 30 000 años a.n.e y de piedra pulida 6 500 años a.n.e) y la caldea (3 000 años a.n.e.) así como en otras épocas, en la civilización egipcia y la fenicia.



Referente a la etapa greco-romana, al principio se utilizaba una rama de olivo, otras veces fue una de laurel o de olivo de cabeza nudosa que se bifurca en 2 y se enroscan para juntar sus extremos, después, artísticamente se cambiaron por las serpientes y se colocaron las alas de Mercurio.

La leyenda cuenta que el caduceo fue regalado por Apolo a Mercurio para terminara una disputa entre ellos. Entonces mercurio encontró en el Monte Citerón a 2 serpientes que peleaban y él arrojo en medio de ellas su varita para separarlas y vio como sin hacerse daño se enrroscaron y se entrelazaron alrededor de la vara, de modo que la parte mas alta que la parte más alta de sus cuerpos formaban un arco quedando sus cabezas frente a frente sin señal de enemistad.

Para otros estudiosos, las alas son la representación de los médicos, que al disolverse el Colegio de Pitágoras en Samos, no escogieron residencia fija y se trasladaban de un país a otro; también se afirma que indican la actividad, diligencia y ejercicio en la rapidez de las funciones.

La verdad es que la serpiente enrrollada sobre el bastón hace pensar en lo sucedido hace mucho más tiempo, cuando El Dios Verdadero ordenó a Moisés que hiciera una serpiente de cobre y la enrrollara sobre un palo, esto tenia el propósito de que al verla, la plaga de las serpientes del desierto no le harían daño, eso por supuesto cumplió su propósito, pero se les hizo ver algo más que eso.

El punto aquí es que ese simbolo no surgio de la mitología griega, como mencionabamos, mediante la arqueología se han descubierto simbolos similares, lo más problabe es que lo que sucedió con la sepierte de cobre que hizo Moisés se haya extendido en multiples culturas que la han toman como un símbolo de curación, un símbolo de la Medicina que hasta el día de hoy perdura.

viernes, 1 de febrero de 2008

Sobre la madurez y otros mitos

El juego, cierto egocentrismo, la ilusión, la ingenuidad, cierta irresponsabilidad...Hay infinidad de cosas que resultan características indiscutibles de una actitud infantil. A veces, acorde con la edad, a veces, tan descoordinadas con el resto de aspectos del desarrollo de la persona, que parecen exigencias de aquel niño que aún quiere quedarse a jugar un ratito más.

Un niño no es inmaduro. No consideramos que alguien con 7 años deba tener una visión de futuro más allá del partido de fútbol que jugará ese viernes. No exigimos a una personita de 12 que reaccione de forma proporcionada a un problema y relativice la importancia del mismo dentro del gran universo de dificultades a las que se enfrentará en la vida.

Los niños son así y deben se así en función de su desarrollo físico, psíquico y social. Por eso decimos que nunca pueden ser inmaduros. Porque simplemente no se espera de ellos una madurez entendida como tal.

Inmaduro es aquel que no tiene las características estipuladas por su grupo de iguales para ese grupo de edad. De esta forma, hemos terminado definiendo madurez a través de la comparación con los demás. Cuando alguien no llega al grado esperado para su edad, entonces es inmaduro. Lo cual, además, tiene tremendas connotaciones negativas.

Hace un par de años, en el 4º año de carrera, mis compañeros y yo teníamos, como actividad dentro del programa de la asignatura de Psicología Evolutiva, que hipotetizar acerca de los factores que creíamos configurarían el constructo "madurez".

De esta especie de experimento resultaron 2 conclusiones fundamentales:

1. No teníamos demasiada idea.
2. Casi nadie la tiene.

Resultó un número exorbitante de factores a cumplir para ser una persona madura. Seguridad, responsabilidad, estabilidad afectiva, racionalidad, visión de futuro, amabilidad, inteligencia, experiencia...
Y de repente me sentí de vuelta a las clases de preescolar, evaluando cada casilla de las exigencias de la adultez con "progresa adecuadamente" o un "necesita mejorar"...

Resulta que muchos investigadores y estudiosos de la psique humana siguen tratando de delimitar algo tan abstracto como la madurez. Con algunas coincidencias y muchos factores discordantes, siguen en la labor de categorizar la dimensiones de lo que yo llamo cariñosamente (se coge cariño a estos trabajos) el "buen adulto".

Sobre si lo conseguirán o no, se admiten apuestas. Mientras tanto, os lanzo la misma pregunta: ¿Qué es ser maduro? ¿Cuáles son las cualidades de un "buen adulto"?