lunes, 22 de octubre de 2007

Discriminación "prenatal"


Hace algún tiempo, tras una estupenda cena y algo de vino, surge una conversación sobre el machismo y los/las machistas empedernidos/as que aún quedan más o menos escondidos en nuestra sociedad. La conversación que comienza con ciertos tintes de humor, deriva en algo más serio, puesto que entran en juego detalles personales y opiniones surgidas de lo más profundo del ego femenino. Pero quiero hacer incapié en una cuestión: el embarazo.
El embarazo es un claro handicap para la mujer dentro del mundo laboral. Muchas empresas no quieren mujeres en "edad proxima de embarazo" porque cada estado de buena esperanza anuncia una baja segura. Ni que decir tiene si la demandante de empleo ya está en plena gestación...es probable que nadie quiera contratarla.
La totalidad de los asistentes coincidían en que esto era discriminación, pero el acuerdo no era tal cuando se trató de definir si se trataba de discriminación sexual.
Por un lado, es una cuestión claramente femenina y, a pesar de las recientes bajas por paternidad, la baja de la mujer es obligatoria durante un mínimo de tiempo. Además, aún hoy, por muy modernos que nos pensemos, la gran mayoría de las bajas las cogen las mujeres. Si las mujeres son las únicas que pueden quedarse embarazas y no se contrata a una mujer por eso, parece que la discriminación es una cuestión del sexo.
Pero, por otro lado, desde un punto de vista empresarial, ¿contrataríamos a alguien a quien sabemos que tendremos que dar de baja en unos meses?
Pongámonos en la siguiente situación: Se presenta a un puesto en una empresa una mujer embarazada de 5 meses y el dueño/jefe no la contrata porque no resulta rentable contratar a alguien 4 meses para después darle una baja y tener que buscar un sustituto durante ésta. Esta situación, ¿es discriminación sexual? Veamos otra: al mismo puesto se presenta un hombre que confiesa que está esperando una operación, programada para dentro de 4 meses, después de la cual necesitará un tiempo de baja para recuperarse. El empresario no le contrata porque no resulta rentable contratar a alguien 4 meses para después darle una baja y tener que buscar un sustituto durante ésta. ¿Es esto discriminación sexual? ¿o simplemente discriminación? ¿Qué diferencias existen? En ningún momento quiero opinar sobre la moralidad del asunto, sobre si está bien o mal poner la rentabilidad de un negocio por encima del trato humano, pero tampoco quiero ser ingenua al pensar que las empresas miran los intereses de futuras mamás o futuros postoperatorios...La reflexión está orientada hacia el aspecto sexual de todo esto. El no contratar a una mujer embarazada ¿es un ejemplo del aún patente engranaje social dominado por el sexo masculino? ¿o en el afán de luchar por una igualdad, estamos forzando las batallas hasta caer en la discriminación positiva (pero discriminación al fin y al cabo?

1 comentario:

Calíope dijo...

En el caso de la mujer que ya esta embarazada, como dices, no es mas que una cuestión de rentabilidad y sucedería lo mismo con un hombre que tuviese prevista una operación, pero lo que hace que tenga un matiz de discriminación sexual esta en el hecho de que algunas empresas prefieren no contratar mujeres porque "puede" que un día se queden embarazadas y tengan que darles una baja, sin embargo a un hombre no le dejan de contratar porque "puede" que un día tenga que ser operado.