martes, 18 de diciembre de 2007

Aprender a pensar_III parte

III parte y última...jejeje. Aquí se desvela el misterio...
El problemilla de las tarjetas y las reglas es un estudio conocido como la tarea de Wason.
A principios de los años sesenta, Peter Wason quedó asombrado por la pertinaz dificultad que sus inteligentes compañeros de departamento encontraban en una tarea lógica de estructura bastante simple que acababa de diseñar. Wason colocaba cuatro tarjetas encima de la mesa. Aquellas tarjetas tenían un número por una cara y una letra por la otra. Wason pedía a sus sujetos que indicasen cuáles de aquellas tarjetas habría que volver para comprobar si una regla condicional era verdadera o falsa. La regla podía ser: Si hay una vocal por una cara, entonces hay un número par por la otra. Y las tarjetas estaban dispuestas de forma que en su cara visible apareciesen los dos casos lógicos posibles verdadero y falso) de las dos proposiciones que se combinan en la regla. Es decir, una vocal, una consonante, un número par y un número impar.
Según la lógica de la implicación del condicional, la regla sólo sería falsa en un caso: cuando su antecedente fuese verdadero y su consecuente falso. Es decir, cuando encontrásemos una tarjeta que tenga una vocal por una cara y un número impar por la otra. La respuesta correcta a esta tarea consistiría por tanto en indicar las dos tarjetas en que este caso podría ocurrir: la que tiene una vocal a la vista (podría tener un número impar por la otra cara), y la que tiene un número impar (podría tener una vocal por la otra cara). Después de cientos de réplicas de este experimento, el persistente resultado es que menos (a menudo, bastante menos) del 20% de las personas dan con la respuesta correcta.

Lo sorprendente de este resultado es que la lógica de la implicación
del condicional no es por lo demás especialmente difícil para la mayoría de
las personas (Johnson-Laird y Byrne, 2002). Es decir, que las personas no
solemos tener demasiados problemas para comprender los condicionales.
Wason propuso inicialmente (1968) que el resultado podía deberse a un sesgo de verificación: las personas tenderían a verificar sus hipótesis en lugar de falsarlas. De este modo, los sujetos seleccionan las tarjetas buscando casos favorables a la regla propuesta. Esta hipótesis se vio pronto relegada por los datos obtenidos al elaborar versiones negativas de la regla condicional (Evans y Lynch, 1973). Las personas parecían seleccionar sencillamente los casos que habían sido mencionados en la regla. Es decir, en la tarea de selección las personas llevarían a cabo un proceso de emparejamiento absolutamente irracional.

Una propuesta alternativa es el principio de verdad (Johnson-Laird, 2001). Dicho principio describe la tendencia a representar los casos verdaderos más que los falsos. Una segunda forma en la que opera es cuando, por los requisitos de la tarea se ponen de manifiesto otras situaciones a las que el enunciado no se refiere directamente pero que son posibilidades verdaderas con respecto al enunciado.
Esto vendría a decir que no se nos ocurre levantar el 7 (o el impar correspondiente) porque no se nos ocurre falsar la teoría (en lugar de buscar la confirmación); y no se nos ocurre falsar la teoría porque tendemos a representar mentalmente las probabilidades positivas y porque además, en el enunciado se nos habla de las positivas y no de las negativas...

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