lunes, 31 de diciembre de 2007

La tradición de la nochevieja

Desde los inicios del Imperio Romano, enero estaba dedicado al dios bifronte Janus, que mira delante y detrás: al año que se va y al principio del que viene, por eso le representaban con dos rostros, uno barbudo y viejo y el otro jovencito. Los romanos invitaban a comer a los amigos y se intercambiaban miel con dátiles e higos para que pasase el sabor de las cosas y que el año que empezase fuese dulce. Esta vieja costumbre romana fue poco a poco entrando en Europa, donde con la misma finalidad venturosa comenzaron a ofrecerse lentejas, de las que se dice que propician la prosperidad económica del año que empieza. En la Edad Media la Iglesia trató de oponerse a las viejas costumbres, pero no consiguió extirpar la atmósfera disipada de, la noche de San Silvestre, que se mantuvo como la última isla pagana de las doce noches navideñas (las comprendidas entre la Navidad y la Epifanía), que la Iglesia consideraba como periodo de renovación para mejorar el año venidero.
En España, la tradición de despedir con uvas el año parece ser que data de 1909. Tuvo sus orígenes en Alicante, cuando unos viticultores la iniciaron para dar salida a un excedente de cosecha. Se dice que quien no coma las 12 uvas antes de que terminen las campanadas tendrá un año de mala suerte.
En Colombia también se ha adoptado la tradición de las doce uvas, especialmente en la región andina del país. A diferencia de España, la ropa interior a llevar debe ser de color amarillo. Muchas familias, además, parten de viaje de vacaciones en esa fecha. En Chile también se ha adoptado la tradición de comer lentejas en el momento que dan las doce de la noche, y en ciertos lugares, cuando comiencen los fuegos artificiales. En la mayoría de los países, sin embargo, la costumbre más extendida es brindar con cava o champán tras las 12 campanadas.
En cuanto a las comilona de fin de año, es muy conocida, por ejemplo, la costumbre italiana de cenar lentejas para despedir el año. Para ellos, esta legumbre simboliza la abundancia y la prosperidad, por eso no pueden faltar en ninguna casa esa noche. En España, aunque los guisos de lentejas son muy apreciados, se prefiere para cenar otro tipo de platos, menos habituales y más elaborados, a partir de marisco, pescado o carnes asadas.
Propio de los Países Bajos son los oliebollen, unos bollos deliciosos elaborados con pasas que se pueden comprar o elaborar en casa. Por su parte, las manzanas con miel son tradicionales en Israel porque los judíos creen que el año venidero será así más dulce.
En Japón, la Nochevieja es la fiesta más importante del año. Tanto es así que la víspera y todo el primer mes del Año Nuevo se considera periodo festivo. Durante las cenas se suelen degustar los típicos tallarines toshikoshi soba, la sopa zoni, distintos platos de pescado y frutos secos variados.
Sea como sea la cena de Nochevieja, frugal o copiosa, con amigos o en familia, lo importante es pasarlo bien para entrar en el nuevo año con buen pie. De las variadas propuestas, escoge las que más te gusten y disfruta de la noche más loca del año. Por cierto, ¡Feliz Año Nuevo!

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